La victoria de Donald Trump en estas elecciones, aunque no tan sorpresiva como la de 2016, sigue generando una profunda polarización y reacciones encendidas en todos los rincones de la cultura, especialmente entre artistas que no dudaron en pronunciarse sobre su regreso a la Casa Blanca.
Mientras algunos analistas culpan el bajo desempeño económico de la administración demócrata, muchos estadounidenses todavía intentan entender cómo Donald Trump ha vuelto a captar el voto popular en estados clave. Y en el sector de la cultura, los nombres más influyentes de la música y el entretenimiento no han tardado en compartir su desconcierto y expresar su indignación.
La música como protesta al triunfo de Donald Trump
Para muchos artistas, el triunfo de Donald Trump es un golpe directo contra los derechos civiles y la inclusión, algo que resonó con fuerza en los discursos y publicaciones en redes sociales. La cantante Sabrina Carpenter, en su primer concierto tras la elección, no dudó en expresar su tristeza ante el resultado: “Lo siento por nuestro país y por las mujeres de aquí. Las amo muchísimo”, dijo entre aplausos de su audiencia. Su mensaje, breve pero contundente, evidenció la sensación de desencanto de miles de jóvenes que asistían a su espectáculo en busca de consuelo y apoyo.
La artista Billie Eilish, conocida por su activismo social, fue otra de las primeras en hablar tras la derrota de Kamala Harris. Durante la campaña, Eilish había pedido abiertamente el voto por la candidata demócrata, apelando a un cambio que consideraba necesario para la juventud y las mujeres. En sus redes, Billie Eilish resumió sus sentimientos tras la derrota en una publicación sobre un fondo negro con las palabras: “Es una guerra contra las mujeres”, reflejando la preocupación por los derechos que podrían verse comprometidos con un nuevo mandato de Trump.
Un mensaje anti Trump directo desde el underground
A esta ola de declaraciones se sumó Ethel Cain, una artista que desde el mundo underground ha sabido conectar con una audiencia joven y desencantada.
Para Ethel Cain, el triunfo de Trump no es solo una elección más, sino una señal del estado de odio y desunión que atraviesa Estados Unidos. “No se trata solo de Trump”, señaló Cain en un post en Tumblr: “Esto es indicativo de un problema más profundo. Estados Unidos es un caldo de cultivo para el odio violento”. Con su estilo característico, Cain añadió un mensaje dirigido a los votantes de Donald Trump: “Si votaste por él, espero que nunca encuentres paz. En cambio, espero que algún día la claridad te golpee como un rayo y tengas que vivir el resto de tu vida con el conocimiento y la culpa de lo que has hecho y de quién eres como persona”. Su postura reflejó el enojo y la frustración de una generación que siente que los valores de igualdad y respeto están en riesgo.
Luego de la victoria de Trump ¿Una cultura de resistencia o de resignación?
En la era Trump, los artistas han visto cómo su voz se convierte en un bastión de resistencia, una suerte de plataforma de activismo y apoyo.
Para muchos, el regreso del republicano significa reavivar el espíritu crítico y la lucha por los derechos civiles, y en este contexto, figuras públicas como Beyoncé, Lady Gaga y Taylor Swift ya se habían manifestado abiertamente en contra de él antes de los comicios.
Sin embargo, con el desenlace electoral, es probable que la respuesta de la comunidad artística crezca en forma de discursos y de obras que, a través de la música y el arte, traten de reconectar a una sociedad fragmentada. Esta elección, para muchos, no fue simplemente una elección más, sino una especie de examen cultural y moral que Estados Unidos está lejos de aprobar.
Los mensajes de figuras como Carpenter, Eilish y Cain sugieren que el arte será, una vez más, una herramienta de lucha y resiliencia. Porque en tiempos de divisiones, la cultura sigue siendo un espacio de resistencia para aquellos que se rehúsan a aceptar el status quo sin hacer oír su voz.