La reciente visita de los reyes Felipe VI y Letizia a Paiporta, una de las localidades valencianas más afectadas por la DANA, dejó una huella imborrable en la historia de la monarquía. Este acto, que buscaba expresar apoyo a los afectados, se convirtió en un episodio inesperadamente tenso, revelando la compleja relación entre la realidad y el sentimiento popular. De hecho, días después de lo ocurrido, siguen apareciendo reacciones, como las de la princesa Leonor.
Fue el pasado 3 de noviembre, cinco días después de las devastadoras lluvias en varias regiones españolas, que los reyes se enfrentaron a una multitud de ciudadanos marcados por el dolor y la frustración en Paiporta. La Comunidad Valenciana, duramente golpeada por la catástrofe, reflejaba una escena de desolación que llevó a muchos a expresar sus emociones con gran vehemencia.
Entre el público presente, algunos dejaron ver su descontento lanzando barro, piedras y hasta huevos hacia los monarcas de España, quienes se mantuvieron firmes ante las difíciles circunstancias. Este momento, captado por diversas cámaras, mostró una faceta vulnerable de la realidad y evidenció la intensidad de la situación que enfrentaban los afectados.
Asimismo, la imagen de la reina Letizia abrazando a los afectados en Paiporta quedó grabada como símbolo de empatía en tiempos difíciles. No obstante, desde Marín, Pontevedra, la princesa Leonor observó con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, comprendiendo la complejidad de la situación que enfrentaron sus padres y el impacto emocional que dejó en ellos.
¿Cómo vivió Leonor lo ocurrido con los reyes?
La princesa Leonor vivió con gran tensión los momentos en que sus padres enfrentaron la hostilidad de los vecinos en Paiporta. Según Monarquía Confidencial, estuvo “muy pendiente de sus padres durante y después de ver con sus propios ojos la situación en la que se vieron inmersos”. La preocupación por su seguridad era palpable.
“Son los reyes, pero para ella son sus padres”, subrayan las fuentes cercanas a Leonor. Y es que la hermana de la infanta Sofía observó la difícil situación con los ojos de una hija que no solo ve a sus progenitores como figuras reales, sino como personas vulnerables, expuestas a la crítica y el peligro en su visita.
“La heredera al trono los vio como nunca los había visto: manchados de barro, bajo una lluvia de insultos y lodo [...] Vio cómo su padre trataba de calmar los ánimos de los vecinos, de consolar a algunos, y como su madre, que hasta había sido alcanzada en la cara por un trozo de barro, rompía a llorar, mientras algunos escoltas resultaban heridos”, se detalló en el medio antes mencionado.
Cabe destacar que el equipo de seguridad de la Casa Real sugirió suspender la visita, pero los monarcas se negaron. “La Reina fue la que más afectada estaba y así se lo hizo saber a su hija. Leonor se siente orgullosa de sus padres”, agregan las fuentes.
La última aparición pública de la Princesa
El 25 de octubre, la familia real española asistió a los Premios Princesa de Asturias 2024 en el Teatro Campoamor de Oviedo. Este evento reunió a figuras destacadas como Joan Manuel Serrat, quien sorprendió con un emotivo discurso y actuación, y a otras personalidades como Carolina Marín y Marjane Satrapi, quienes recibieron sus galardones.
Uno de los momentos más esperados fue el discurso de la princesa Leonor, quien, a sus 18 años, participó por primera vez en la ceremonia como mayor de edad. La princesa no solo reafirmó su compromiso con la Fundación Princesa de Asturias, sino que también destacó el valor de la esperanza como el hilo conductor del trabajo de todos los premiados.
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En su intervención, Leonor expresó una profunda gratitud hacia quienes hacen posible los premios. Entre sus palabras, dijo: “Nos reunimos en Oviedo para celebrar la mejor versión de la vida”. Esta declaración reflejó su convicción en los valores que sustentan el evento, como la construcción de una sociedad mejor a través de la esperanza y la acción.
La hija de los reyes de España también destacó la importancia de la educación como motor de cambio, afirmando: “Solo la educación puede transformar sociedades, consolidar la democracia y promover el respeto a los derechos humanos”. A lo largo de su discurso, se vio un claro mensaje de optimismo y confianza, elementos fundamentales para construir un futuro mejor, especialmente para su generación.