El sedentarismo es uno de los principales obstáculos para la salud cerebral y la formación de nuevas neuronas. Según los expertos, la falta de actividad física no solo ralentiza el funcionamiento del cerebro, sino que también limita la producción de neuronas. Sin embargo, la incorporación de ejercicio físico puede activar este sistema y aumentar la neurogénesis, favoreciendo funciones como la memoria y el aprendizaje.
El ejercicio como catalizador de nuevas neuronas
La práctica de ejercicio físico, incluso en niveles moderados, es clave para estimular la neurogénesis. Actividades como caminar, correr o montar en bicicleta incrementan la frecuencia cardíaca, lo que activa regiones cerebrales relacionadas con la formación de nuevas neuronas. Además, estas células cumplen roles específicos en la separación de patrones, ayudando al cerebro a distinguir entre estímulos similares pero diferentes.
Caminar: un aliado sencillo para las neuronas.
Incluso un paseo de 20 minutos al día puede marcar la diferencia en la formación de nuevas neuronas, especialmente para personas sedentarias. Aunque caminar no incrementa drásticamente la frecuencia cardíaca, esta actividad activa ciertas áreas del cerebro que promueven la neurogénesis. La clave está en la constancia: realizar esta actividad diariamente puede consolidar mejoras en la estructura cerebral y optimizar la eficiencia cognitiva.
La importancia de un enfoque personalizado para las neuronas
El impacto del ejercicio en la formación de nuevas neuronas varía según la intensidad, el ritmo y las características de cada persona. Los expertos sugieren trabajar dentro de un rango de frecuencia cardíaca que optimice los beneficios, evitando sobrecargas que reduzcan los efectos positivos. Además, realizar actividades en entornos naturales y en compañía potencia aún más la salud cerebral.
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