La formación militar de la princesa Leonor se suma a una tradición de la familia real española. Desde su ingreso en la Escuela Naval de Marín, la heredera al trono ha seguido los pasos de su padre, el rey Felipe VI, y su abuelo, el rey emérito. Este prestigioso centro gallego ha sido testigo de la preparación de generaciones de la realeza.
Leonor ha demostrado una notable capacidad de adaptación en su nueva etapa en Pontevedra. Al igual que ocurrió durante su estancia en Zaragoza, donde consolidó amistades que perduran, en Marín ha forjado vínculos sólidos con sus compañeros. Las imágenes compartidas en redes sociales y por la Casa Real reflejan la cercanía y complicidad que ha logrado con el grupo.
A pesar de las diferencias de trayectoria entre ella y sus compañeros, algunos de los cuales se conocen desde hace años, la hija del rey Felipe VI ha sabido integrarse plenamente. Su participación en actividades y ejercicios demuestra no solo su compromiso con la formación militar, sino también su habilidad para equilibrar estas responsabilidades con sus deberes como heredera de la Corona española.
Hasta enero, Leonor compartirá su día a día con más de 600 estudiantes en Marín antes de embarcarse en el buque Juan Sebastián Elcano. Esta travesía de cuatro meses, cuyo itinerario aún no se ha desvelado, representa una oportunidad única para aprender de la tradición naval y fortalecer su preparación como futura monarca de España.
Las normas que se saltó la princesa Leonor
La Princesa Leonor ha protagonizado un episodio que ha generado debate por su aparente incumplimiento de las normas de la Escuela Naval de Marín. Según la periodista Núria Marín, la heredera al trono fue vista cenando fuera del horario permitido, ya que el reglamento del centro establece que los alumnos deben acostarse a las 22:30 horas.
El encuentro tuvo lugar en la hamburguesería 'La Pepita' de Baiona, a donde Leonor acudió con un grupo de amigos. Vestía un atuendo informal compuesto por vaqueros, zapatillas deportivas, un jersey y un pañuelo en el cuello, prescindiendo del uniforme militar. “Se sentaron a cenar a las 23 horas cuando la hora de irse a dormir en la Escuela Naval Militar es a las 22:30 horas”, señaló la periodista.
Durante la cena, la hija de la reina Letizia demostró ser consciente de la atención que podría generar. Según Marín, Leonor inicialmente se sentó en un lugar visible, pero rápidamente decidió cambiarse a un asiento de espaldas a la puerta para pasar desapercibida. Este gesto, junto con la tranquilidad del grupo, reflejó una actitud discreta y prudente en su tiempo libre.
Asimismo, la organización del encuentro también denotó previsión, ya que el grupo reservó una mesa con vistas al mar, buscando privacidad. Sin embargo, la presencia de dos escoltas en la entrada del local dejó en claro que, a pesar de su intención de normalidad, las de seguridad son medidas inevitables para una figura como la Princesa de Asturias.
Después de la cena, la nieta de la reina Sofía emprendió un trayecto de más de 60 kilómetros para regresar a la Escuela Naval de Marín. Este desplazamiento, junto con el horario posterior al establecido en el reglamento, refleja las particularidades que rodean sus actividades sociales, siempre marcadas en su formación castrense y bajo medidas estrictas de seguridad.
El reencuentro de la princesa Leonor y Gabriel Giacomelli
La Princesa Leonor celebró su cumpleaños número 19 en un contexto marcado por la tragedia del fenómeno DANA en Valencia, que obligó a cancelar los planos iniciales de una discreta fiesta en el Palacio de Zarzuela. En lugar de ello, la hija de los Reyes optó por una celebración íntima en Pontevedra, rodeada de amigos cercanos.
De acuerdo a Nuria Marín, entre los asistentes se encontró Gabriel Giacomelli, supuesto novio brasileño de la Princesa, quien habría viajado hasta Galicia para compartir el día con Leonor y otros amigos que la joven forjó durante su estancia en la Academia Militar de Zaragoza. Fotografías compartidas desde una cuenta privada de Instagram apuntalan esta información.
En la reunión, que habría contado con un ambiente relajado, destacó la presencia de una amiga llamada Teresa. Según la periodista, una de las imágenes publicadas muestra a Teresa posando con el sombrero de marino que Leonor lució durante el pasado Día de la Fiesta Nacional, celebrado en octubre en Madrid, añadiendo un toque simbólico al encuentro.
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No obstante, Nuria Marín fundamenta el encuentro de Leonor con Giacomelli en un detalle clave de las fotografías publicadas por Giacomelli: la presencia de botellas de agua Landín, una marca gallega que coincide con la región donde estudia la Princesa Leonor. Aunque no se ha confirmado oficialmente la veracidad de esta información, las críticas en redes sociales no han tardado en señalar su ausencia en Paiporta tras el desastre provocado por la DANA.