En el último tiempo, la relación de las personas con sus perros se ha vuelto cada vez más especial. Todos amamos a nuestras mascotas, trabajamos en pos de su bienestar, y queremos pasar tiempo con ellas. Pero, por si eso no fuera suficiente, la ciencia ha explorado la posibilidad de que el vínculo con nuestro chucho sea beneficioso para nuestra salud, llegando a sorprendentes conclusiones. ¿Os lo hubierais imaginado? Veamos de qué se trata.
Uno de los principales planteos de la ciencia con respecto a la relación que nos une con nuestras mascotas es la importancia de la actividad que conlleva. Tener un perro nos brinda un sentido de propósito y nos obliga a ser responsables, algo que, en cierto modo, obtura el sedentarismo, al mismo tiempo que salir a pasear o jugar con ellos nos vuelve más activos a nivel físico.
Pero eso no es todo. Según han indicado diversos estudios y experimentos, interactuar con nuestros perros -ya sea para darles de comer, acariciarlos, etc.-, activa nuestras ondas alfa y beta, lo que implica, al mismo tiempo, un estado de relajación y concentración. La ciencia es clara, entonces, al plantear que nuestro amigo canino nos puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés.
De esta manera, las investigaciones y los experimentos que la ciencia ha trabajado han llegado a la contundente conclusión de que, efectivamente, la relación con los perros es positiva para nuestra salud. ¿Os lo hubierais imaginado? Sin lugar a dudas, son hallazgos de lo más interesantes.
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