Los estándares de belleza son una jaula invisible. A las mujeres se nos exige mantenernos jóvenes, delgadas y perfectas, y a menudo, caemos en una obsesión por cumplir con estas normas. La reciente película 'La Sustancia', con Demi Moore al frente, es una sátira feroz que desmenuza estos ideales tóxicos.
El film nos invita a reflexionar sobre los extremos a los que llegamos en busca de la juventud eterna. Con un guion cargado de humor ácido y horror corporal, expone cómo la industria cosmética y la presión social nos llevan a sacrificar nuestra salud y autoestima en nombre de la perfección.
En la trama, Moore interpreta a una mujer atrapada entre dos versiones de sí misma: una versión más joven y otra que la refleja en sus 50. La sustancia que consume es un retrato claro de nuestra adicción a vernos jóvenes. Lo que la película deja en evidencia es que no solo se trata de un problema individual, sino de una cultura que oprime a las mujeres, al condicionarlas a cumplir con ciertos moldes, negando su valía más allá de su apariencia física.
Lo irónico es que Moore, quien ha sido ícono de belleza durante años, se presta para ridiculizar y criticar el mismo sistema que la elevó. En una entrevista, la directora Coralie Fargeat mencionó que el guion fue inspirado en sus propios miedos de convertirse en una mujer “invisible” al cumplir 40. Y es una realidad compartida por muchas. El miedo a no ser suficiente, a no ser vista, a no encajar. 'La Sustancia' nos invita a reírnos de estos estándares y, sobre todo, a preguntarnos si realmente vale la pena vivir bajo su sombra. Desde en Iberoshow te recomendamos que la veas y nos comentes qué te ha parecido.