La vida de la reina Sofía al lado de su esposo, el rey emérito Juan Carlos, ha estado marcada por un sacrificio que va más allá de lo sentimental. En los últimos tiempos, los escándalos financieros y las revelaciones sobre la vida personal de Juan Carlos han sacudido a la monarquía española, y la reina emérita ha tenido que lidiar con las consecuencias de estas revelaciones.
El libro "King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I" ha arrojado luz sobre el laberinto de escándalos financieros y procedimientos judiciales que han amenazado con llevar a juicio a Juan Carlos, un hecho sin precedentes en la historia de España. Además, ha revelado detalles de su vida personal, incluyendo su romance con Corinna Larsen, que sacudió los cimientos de la monarquía.
A pesar de las infidelidades de Juan Carlos, Sofía nunca estuvo enamorada de él y desde hace años, su vínculo fue más una cuestión institucional que sentimental. Incluso cuando Juan Carlos tuvo un accidente en Botsuana en 2012, que desveló su estrecho vínculo con Corinna, Sofía mantuvo las apariencias para proteger la monarquía. Para ella, la institución y el bienestar de su familia eran más importantes que sus propios sentimientos.
La historia de la reina Sofía es un ejemplo de cómo la responsabilidad institucional puede prevalecer sobre los sentimientos personales en la vida de la realeza. También tuvo que soportar las acusaciones y los rumores sobre su papel en los asuntos financieros de Juan Carlos. Aunque utilizó dinero de empresarios como Allen Sanginés-Krause para pagar vuelos al extranjero, su enfoque siempre estuvo en viajar y contentarse con la música y el arte en lugar de enriquecerse a través de la opacidad financiera.