La ascensión de Letizia Ortiz a la realeza española, al casarse con el entonces príncipe Felipe, fue un episodio sin precedentes en la historia contemporánea del país. La antigua periodista, sin vínculos nobiliarios anteriores, se encontró en medio de una monarquía que valoraba las tradiciones y el protocolo por encima de todo. Es por ello que en los últimos años se han conocido sus principales enemigos.
Doña Sofía, madre de Felipe VI, siempre fue una figura representativa de la monarquía española, encarnando los valores y deberes tradicionales. Por lo tanto, las discrepancias entre Letizia y la reina han sido el tema de múltiples titulares, especialmente tras el famoso incidente en la catedral de Palma en 2018, donde ambas reinas tuvieron un desencuentro delante de las cámaras durante la Misa de Pascua.
Don Juan Carlos, por su parte, ha tenido un vínculo complicado con Letizia desde el inicio. El rey emérito, que abdicó en 2014, ha sido una figura polémica en los últimos años debido a investigaciones por corrupción y posibles cuentas offshore. La actitud defensiva de la consorte hacia la prensa y su carácter fuerte contrastan con la del rey emérito, quien ha manejado los medios con maestría durante décadas. Esta diferencia en los estilos, sumada a la presión mediática que rodea a la corona, ha alimentado las tensiones.
El vínculo más polémico de Letizia
La infanta Elena, hermana mayor de Felipe VI, también entra en la lista de enemistades de Letizia. Aunque rara vez se les ve juntas en público, ha habido ocasiones en las que la prensa ha especulado sobre posibles desacuerdos. Uno de ellos se produjo recientemente, en medio de su visita al Palacio de Marivent, cuando el rey se vio obligado a impedir el ingreso de sus hermanas mientras ellos estuvieran presentes.