Alba Santana, hija de la colaboradora de televisión Mila Ximénez, rompió su silencio en una entrevista para ¡Hola! y compartió detalles privados sobre su vínculo con sus padres. A pesar de las dificultades y las separaciones, Alba dejó claro que el cariño y la lealtad entre ellas nunca fueron cuestionadas.
Mila Ximénez y Manolo Santana fueron la pareja de moda en la década de los ochenta. Su historia de cariño comenzó con un flechazo y culminó en matrimonio en 1983. Sin embargo, a pesar de su aparente felicidad, la pareja se separó cuando Alba apenas tenía dos años. Aunque su divorcio sorprendió a muchos, ambos decidieron mantener un vínculo armonioso por el bienestar de su hija.
Alba Santana, en su primera aparición televisiva en el programa "La Noria", reveló que a pesar de la separación de sus padres, el vínculo con ellos era estupenda. A lo largo de su infancia, Alba experimentó ausencias debido a las circunstancias económicas de su madre, quien tuvo que tomar la difícil decisión de dejarla al cuidado de su padre, ya que no podía brindarle todo lo que necesitaba.
La hija de Mila Ximénez compartió cómo la primera separación, a los seis años, fue dolorosa para ambas. Aunque Alba no comprendía completamente la situación en ese momento, reconoció el sacrificio que su madre estaba haciendo por ella al renunciar a vivir juntas. Durante ese período, Alba vivió con su padre en Marbella y agradeció a la tercera esposa de Santana, Otti Glanzielus, por cuidarla como si fuera su propia hija.
Después de dos años, Alba regresó a vivir con Mila Ximénez en Madrid. Sin embargo, debido a las dificultades económicas de su madre, tuvo que separarse de ella nuevamente. Este segundo momento de separación dejó una profunda marca en Alba, ya que era consciente del sacrificio que su madre estaba haciendo al renunciar a ella una vez más.
A pesar de las ausencias y las dificultades, el vínculo entre Mila Ximénez y Alba Santana se fortaleció a lo largo de los años. A partir de 2009, Mila experimentó un resurgimiento en su carrera como colaboradora de televisión, lo que le permitió estar más presente en la vida de su hija y sus nietos. Ambas establecieron un vínculo estrecho y se visitaban regularmente en Ámsterdam, donde Alba reside.
En sus últimos años, Mila Ximénez encontró la paz y se sentía orgullosa de su familia. Aunque en ocasiones se sintió culpable por las ausencias, tuvo conversaciones sinceras con Alba, quien siempre comprendió la situación y supo que su madre nunca la abandonó, sino que confió en que su padre la cuidaría y no le faltaría nada.
La historia entre Mila Ximénez y Alba Santana demuestra el amor incondicional y la lealtad que prevalecieron a pesar de las circunstancias adversas. A pesar de las ausencias y las dificultades, el vínculo entre madre e hija siempre fue infinita e inquebrantable. Con la tristeza de su partida hace casi dos años, el 23 de junio de 2021, Alba Santana recuerda con cariño los momentos compartidos y el amor eterno que siempre existirá entre ambas.