José Ortega Cano llegó a su septuagenario cumpleaños rodeado de sus seres queridos y en compañía de su apoyo primordial: su hija Gloria Camila. El diestro, quien supo cosechar las más implacables victorias dentro de su ámbito laboral en las plazas de toros más prestigiosas, estuvo rodeado de conflictos que lo sumergieron en un mar de turbulencias. Por esta razón, te contamos cómo llegó a convertirse en un personaje público que supo reinventarse a pesar de las adversidades.
A la vida de José Ortega Cano no le faltó ningún tipo de condimento. Viudo, separado, padre de un hijo biológico y dos adoptados, protagonista de incontable cantidad de titulares... todo en una maratónica existencia que lo llevó a estar al borde del abismo. Los negocios para él fueron una piedra en el zapato. Las irregularidades en el manejo del dinero lo llevaron a estar en prisión para cumplir una pena por evasión de capitales y fraude. Además, la inversión en otras áreas de comercio tampoco funcionó: a pocos meses de poner un local de indumentaria junto a su heredera, debió cerrarlo debido a la mala administración de sus recursos.
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Asimismo, los romances en la vida de José Ortega Cano fueron de lo más caóticos. Su matrimonio con Rocío Jurado fue seguido por toda la prensa rosa a tal punto de ser considerada una de las parejas del momento. Sin embargo, tras el deceso de su esposa, el torero estuvo a cargo de dos menores de edad que requerían su absoluta atención lo que lo llevó a apoyarse en el cariño de Ana María Aldón quien, tiempo después, se convertiría en la madre de su hijo José María. Pero nuevamente los conflictos se hicieron presentes y su idilio culminó tras una década de idas y vueltas.
La nueva vida de José Ortega Cano
José Ortega Cano atravesó diversas complicaciones de salud que lo llevaron a estar hospitalizado. En uno de los estudios, le detectaron una arritmia cardíaca que debe ser controlada a rajatabla. Por esta razón, su estilo de vida debió de cambiarse radicalmente. De esta manera, los ejercicios matutinos conforman el itinerario de acciones saludables para controlar su afección y llevar una mejor calidad en materia de bienestar. No obstante, su paso por este mundo le enseñó a cambiar conductas en cuanto a los cuidaos de su organismo y en materia de negocios. Ahora, el empresario invierte su fortuna en ladrillos, pero también en proyectos vinculados a la ganadería, el campo, la venta de automóviles y hasta tiene en su poder una escuela de adiestramiento canino. Todo un universo de lo más disperso donde ya no apuesta el todo por el todo, sino que piensa estratégicamente sus inversiones millonarias para sacar el mayor rédito.