La boda de Carolina de Mónaco en 1978 se convirtió en una pasarela más al estilo de Hollywood. La hija mayor del príncipe Rainiero y Grace Kelly se dio el 'si quiero' junto a Philippe Junot en uno de los eventos más comentados del mundo. Sin embargo, como dicen por ahí "lo que mal comienza, mal termina" y esto aplicó también para la familia real.
Desde un principio, Grace Kelly y el príncipe Rainiero desaprobaron el vínculo sentimental que su hija, Carolina de Mónaco mantenía con Philippe Junot. No obstante, no fue sino hasta una desafortunada instantánea comprometedora de la joven pareja en un yate que monarcas dieron su aprobación para el enlace.
El matrimonio entre Carolina de Mónaco y Philippe Junot fue efímero. Y es que el oriundo de Francia no pudo mantener al margen sus dotes de seductor. El financiero fue captado de la mano de su supuesta secretaria -la actriz Giannina Facio- en el aeropuerto de Estambul. Estas instantáneas fueron suficientes para que el principado anunciara unilateralmente la separación de Junot y la princesa.
La reacción de Carolina de Mónaco
Tras su separación, Carolina de Mónaco tuvo una breve aparición pública en donde confirmó que lamentaba todo lo que había pasado, pero también aseguró que de poder volver al pasado, se casaría nuevamente con Philippe Junot. "Con la experiencia que hoy tengo las cosas habrían ido de otro modo. Y, en vez de lamentar la ruptura de un matrimonio, quizás estaríamos celebrando la felicidad de una joven pareja que tendría ya un hijo" puntualizó.