Sin lugar a dudas, la limpieza de los muebles y utensilios de la cocina es una de las tareas más dificultosas a las que nos enfrentamos en nuestro día a día. Entre la grasa, las manchas y demás, no es nada sencillo dejar reluciente esa parte de nuestro hogar… pero siempre es necesario. Por eso, para facilitarnos la tarea, existen ciertos trucos fundamentales que todos deberían conocer.
En primer lugar, para terminar con la suciedad superficial de los muebles, es recomendable utilizar agua con jabón neutro. Es menos invasivo, por lo que se vuelve más recomendable. Por otra parte, para problemas más particulares como la acumulación de moho o para los muebles de melamina, es recomendable tener como aliados al amoníaco y al bicarbonato, respectivamente.
Pero eso no es todo: también existen productos caseros que pueden facilitarnos la limpieza, como la leche, el vinagre, o el limón. La primera es un líquido idóneo para limpiar los muebles lacados, el segundo es útil para los muebles de madera, y el tercero es un potente y económico antigrasa.
Como podemos ver, existen diversos trucos de vital importancia para llevar a cabo la limpieza de los muebles de la cocina. No es necesario gastar un pastizal de dinero ni estar durante horas fregando: con utilizar las herramientas correctas para combatir cada tipo de suciedad, es suficiente.
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