En el corazón de la despoblación rural, donde la quietud de las casas deshabitadas narra historias de éxodos a la ciudad, emerge una pareja que desafía la tendencia. Rocío Meiriño y Cristian Pérez, apenas llegando a los 30, optaron por abandonar la vida en un apartamento y se decidieron a ir a por una casa precaria para remodelar en un pequeño pueblo de O Ribeiro. "No queríamos vivir en un piso, sino en la aldea", afirman con determinación.
Hace un año, adquirieron la propiedad por un precio simbólico, pero el presupuesto para su remodelación era escaso: "Teníamos cero euros para restaurarla, así que empezamos a hacerlo nosotros mismos". Con perseverancia y habilidades autodidactas, la pareja, con la destreza de Cristian como albañil, ha transformado la ruina en un hogar. "Cada vez que ahorramos algo, compramos material (...) ya tenemos casi terminado el salón, el baño y la habitación”, relata Rocío.
El giro crucial se produjo cuando Rocío, activa en redes sociales, decidió documentar el proceso de remodelación: "Al ver que todo el tiempo me lo absorbía la restauración de la casa, decidí colgar el proceso en redes, y fue una locura". El seguimiento en línea fue un total acierto, y la pareja pasó de 8.000 a más de 116.000 seguidores en 25 días. "Hay gente que va siguiendo nuestros vídeos, y esperando los siguientes como si fuera una telenovela”, añadió.
Aunque no planeaban mudarse juntos por razones económicas, la pareja decidió optar por la vida rural. Sin embargo, reconocen que aún queda trabajo por hacer en la remodelación del hogar: "Hay que cambiar ventanas, hacer la cocina... que nos vamos a poner ya con el encintado,... el baño". Conscientes del abandono rural, instan a sus seguidores a considerar alternativas y a no romantizar lo que se ve en sus redes sociales. A pesar del trabajo invertido, ambos coinciden en que el resultado "merece la pena".