Toda canción tiene su propia historia, pero pocas encierran el misterio y la conexión tan curiosa como la detrás de "Y nos dieron las diez", uno de los éxitos emblemáticos de Joaquín Sabina. Esta melodía, que forma parte del álbum del músico 'Física y química' publicado en 1992, tiene sus raíces entrelazadas con otra composición nacional que, sorprendentemente, comparte sus primeras líneas y fue estrenada un año antes.
"Fue en un pueblo con mar una noche después de un concierto. Tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto. Cántame una canción al oído", narran los primeros versos de "Y nos dieron las diez". Estas líneas también son el comienzo de "Ojos de gata" de Los Secretos. Pues el comienzo de esta historia se remonta a una coincidencia entre Sabina y Enrique Urquijo, cantante de la banda, en un bar a principios de los 90.
Sabina le enseñó a Enrique las primeras estrofas de la canción que estaba componiendo, y Urquijo las completó en una servilleta durante el viaje en taxi de vuelta a casa esa noche, dando lugar a 'Ojos de gata'. Ajeno a este hecho, el cantautor de Úbeda continuó escribiendo "Y nos dieron las diez".
Álvaro Urquijo, hermano de Enrique, recordó la anécdota: "Joaquín Sabina le dio a Enrique el principio de la letra, pero luego somos todos un desastre, no volvimos a hablarlo y de repente tanto a Joaquín como a mi hermano les dio por hacer una canción con esa letra, y ambas fueron éxitos". La camarera mencionada en "Y nos dieron las diez", interpretada por Goya Toledo en el videoclip, resulta ser un detalle que, según Sabina, se adapta a cualquier lugar que tuviera mar, aunque develó: "¡Pero era Lanzarote!". Así, el misterio detrás de la historia de esta canción queda resuelto.