La limpieza del hogar es una tarea tan importante como necesaria y dificultosa. Nos demanda tiempo, nos gasta energía, y nos obliga a esforzarnos para que todo quede reluciente. Y claro, es indudable que la higiene del baño es uno de los más complicados de conseguir. Por eso, a continuación, veremos una serie de trucos que todos debéis conocer para afrontar este trabajo con los menores obstáculos posibles.
En primer lugar, para limpiar ordenadamente, es recomendable comenzar por la bañera y por los lavabos, que es donde más se suele acumular suciedad. En ese sentido, además de usar esponjas y cepillos, tenemos dos aliados fundamentales: la mezcla de vinagre, jabón y agua, por un lado, o la de bicarbonato con vinagre, por el otro. Sin lugar a dudas, son alternativas más que considerables para que todas las superficies queden brillantes.
Por otra parte, para sacarle brillo a los azulejos, el vinagre también puede ser nuestro aliado. Primero debemos aplicarlo y dejarlo trabajar, removerlo, y luego, para finalizar, utilizar limpiacristales. ¡Quedará resplandeciente! Y un consejo más: aunque a veces resulte agotador, es ideal que limpiemos el inodoro al menos dos veces por semana. Así, evitaremos que, durante la próxima limpieza en profundidad, nos tengamos que tirar horas con él.
Como podemos ver, existen todo tipo de trucos imprescindibles para facilitarnos la tarea de la limpieza de nuestros baños. Sin lugar a dudas, mantener aseada nuestra casa no es algo sencillo, pero con este tipo de claves, nuestro trabajo se ve notablemente facilitado. ¡Probadlas!
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