La vasta trayectoria laboral de Terelu Campos la ha posicionado como una de las personalidades del espectáculo más queridas de la pantalla televisiva. No solo se regocija de ser la hija de María Teresa Campos, una de las personas más influyentes del país, sino también que ella supo hacer su propia carrera como profesional instalándose en los medios y ganándose el reconocimiento del público. Asimismo, se vanaglorió de ser una de las féminas más a anheladas por los hombres, pero solo el padre de su única hija, Alejandra Rubio, fue quien ha conquistado verdaderamente su corazón.
Como es la tradición nacional, Alejandra Rubio lleva el mismo nombre que su progenitor quien es un reconocido empresario de 60 años, con un elevado patrimonio económico fruto de su trabajo en ópticas. Según se pudo confirmar que Don Alejandro nunca conoció las crisis puesto a que las inversiones multimillonarias le han conformado un colchón financiero sumamente contundente. Dueño indiscutido de Optimarket cuyo fin es la creación de un macroalmacén de gafas de sol y graduadas más amplias de toda España.
Los ingresos de esta corporación son divididos entre él y sus hermanos, quienes llevan a cabo un plan de negocios novedoso para la sociedad. El mismo consiste en generar un amplio abanico de marcas y calidad extra de la mano de especialistas que lleven a cabo una atención personalizada para que los clientes vuelvan a elegir la propuesta que lidera el progenitor de Alejandra Rubio, heredera de dicho imperio.
Por su parte, desde el plano sentimental, Rubio y Terelu Campos tuvieron un idilio que duró desde 1998 hasta 2003, fecha en la que le dieron la bienvenida al mundo a la colaboradora televisiva. Alejandra, al igual que su madre y su abuela, logró instalarse en el plano del espectáculo del cual a diario deja plasmados sus genes y su talento a la hora de llevar a cabo los más exhaustivos debates.