La vida de Juan Carlos I ha estado marcada por un sinfín de polémicas. La mayoría de ellas se deben a la filtración de imágenes donde se le veía en situaciones comprometedoras. Otras tantas por los testimonios que lo dejan muy mal parado. Lo cierto de todo es que así hemos podido conocer detalles de su vida personal.
Más allá de las disputas legales, la mayor controversia de Juan Carlos I se generó cuando salió a la luz que llevaba una doble vida. El emérito pasaba la mayor parte de su tiempo en la finca de La Angorrilla donde compartía con Alexander zu Sayn-Wittgenstein, el hijo de Corinna Larsen y el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein. Era tan especial el vínculo que habían forjado que el muchacho llegó a llamarle “papá”.
Para nadie es un secreto que Juan Carlos I y Corinna Larsen mantenían un intenso romance, por lo que el padre de la infanta Elena también llegó a tener atenciones especiales con Alexander zu Sayn-Wittgenstein. De hecho, el muchacho de 20 años es considerado como el cuarto hijo del rey emérito, pero solo de cariño.
“Juan Carlos ha consentido a Alexander más que a sus hijos. Decía que no había sido muy atento con ellos”, develó Corinna Larsen en una oportunidad. Y es que, en los últimos meses, a la empresaria le ha dado por contar los secretos más ocultos de lo que fue su historia junto al padre de Felipe VI.