Tener un jardín lleno de flores no solo transforma el espacio exterior en un oasis de belleza, sino que también tiene efectos positivos en nuestro bienestar. La presencia de flores embellece el entorno, creando un ambiente relajante y armonioso. Además, ciertas plantas no solo ofrecen colores vibrantes, sino que también nos cautivan con sus fragancias, elevando nuestro ánimo y proporcionando un sentido de paz y felicidad.
Entre las diversas variedades de plantas, el jazmín destaca por su fragancia encantadora y su capacidad para embellecer cualquier jardín. Ideal para climas cálidos, es recomendable sembrarlo en primavera para que crezca vigoroso y florezca en verano. Esta planta, con su aroma dulce y envolvente, crea un ambiente de tranquilidad y romance. Por ello, hoy exploraremos los jazmines más apreciados y cómo incorporarlos de manera efectiva en tu casa.
El Brunfelsia australis, conocido como Jazmín del Paraguay, destaca por sus flores de colores vibrantes y su fragancia dulce, ideal para jardines tropicales. Por su parte, el Gardenia jasminoides, o Jazmín del Cabo, es apreciado por sus elegantes flores blancas y su aroma exquisito, adecuado para climas cálidos. Otra planta que aporta su propio encanto, es el Jasminum azoricum, o Jazmín azórico, ofrece racimos de flores blancas y un aroma intenso, perfectos para adornar cualquier jardín.
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A estas plantas, se les suman el Jasminum polyanthum, conocido como Jazmín chino, famoso por sus flores blancas en racimos y su fragancia intensa, ideal para climas templados y cálidos. Esta variedad es perfecta para pérgolas y enredaderas. Por otro lado, la Mandevilla laxa, o Jazmín de Chile, resalta por sus vistosas flores en tonos rosados y su capacidad para florecer abundantemente. Adaptado a climas cálidos, es ideal para decorar terrazas y jardines, aportando color y elegancia. ¿Cuál es tu preferida?