En un mundo cada vez más acelerado, incorporar plantas en el hogar se ha convertido en un refugio de calma y bienestar. Cultivar estas maravillas verdes, como las kokedamas, ofrece no solo un toque decorativo, sino múltiples beneficios para la salud. Estas esferas de musgo no solo purifican el aire y aumentan la humedad, sino que también aportan un sentido de conexión con la naturaleza y promueven un ambiente más relajante y armonioso.
Las kokedamas son una técnica japonesa de cultivo que consiste en plantas crecidas en bolas de tierra envueltas en musgo. Este método, cuyo nombre significa "bola de musgo" en japonés, requiere pocos materiales: tierra para bonsáis, musgo y una cuerda o hilo para atar el musgo alrededor de la bola de tierra. Estas aportan un toque decorativo a cualquier espacio, siendo una opción atractiva para los amantes de las plantas.
Al elegir especies para kokedamas, es crucial considerar sus necesidades de riego y ambiente. Entre las recomendadas se encuentran la peperomia, palmito, chamadorea, cissus, areca, philodendro, guembe, azalea, erica, palo de agua, spatiphilum, clerodendro, yuka, kalanchoe y cordeline, que prosperan en el entorno húmedo de las kokedamas. Sin embargo, cactus y suculentas no son adecuadas debido a su bajo requerimiento de agua, ya que el musgo puede provocar su pudrición. Asimismo, las plantas de exterior también se deben evitar, pues el sol y el ambiente externo pueden secar el musgo rápidamente.
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Para crear una kokedama en casa, empieza mezclando tierra para bonsáis con agua hasta formar una masa húmeda y compacta. Modela esta mezcla en forma de bola y envuelve la esfera con musgo húmedo. Asegura el musgo con cuerda o hilo para mantenerlo en su lugar. Luego, planta la especie elegida en la bola de tierra. Riega la planta regularmente para mantener el musgo húmedo y coloca tu creación en un lugar con luz indirecta para asegurar su salud y crecimiento.