La moda y la religión han mantenido un vínculo complejo a lo largo de la historia y, en la actualidad, esta interacción sigue marcando tendencias significativas. En Oriente Medio, por ejemplo, la moda se adapta a las restricciones religiosas, utilizando caligrafía y diseño geométrico en lugar de imágenes animadas.
Según un artículo de Alarabiya News, “los diseñadores de ropa de todo Oriente Medio utilizan cada vez más la caligrafía árabe en sus diseños, lo que algunos ven como una forma de mantener su idioma y cultura de moda” (Meky, 2020). Esto refleja cómo la religión no solo influye en la moda, sino que también contribuye a la preservación cultural.
Por otro lado, el simbolismo cristiano en la moda tiende a ser más explícito. La Gala del Met de 2018, con su tema "Heavenly Bodies: Fashion and the Catholic Imagination", dejó en evidencia cómo el esplendor y la espiritualidad de la Iglesia han servido de inspiración para los diseñadores. “Los chalecos de Ann Demeulemeester con la inscripción Holy, los vestidos de columna blasonados con cruces en Versace, y los tops serigrafiados que representan a la Madonna de Dolce & Gabbana” son ejemplos claros de esta influencia. La Gala del Met sigue siendo un escaparate prominente de cómo la religión puede ser reinterpretada en la moda.
Sin embargo, esta apropiación del simbolismo religioso no siempre es vista con buenos ojos. El arzobispo de Canterbury ha expresado su preocupación por la trivialización de símbolos sagrados, comentando que “lamenta que después de 2000 años, la cruz se haya trivializado”. Esta crítica subraya el dilema de cómo los símbolos religiosos se usan en la moda: como elementos estéticos o como símbolos profundos que merecen respeto.
Además, la moda islámica está ganando reconocimiento global, desafiando estereotipos y redefiniendo la elegancia. La marca qatarí 1309 Studios está reinventando la abaya, combinando modestia con modernidad. Este sector, valorado en 96 mil millones de dólares, refleja cómo las influencias religiosas pueden expandirse y adaptarse en la moda contemporánea. Así, la religión sigue siendo una fuerza poderosa en la moda, moldeando tanto la estética como las normas sociales.