Cada vez más personas se arriesgan con cortes de pelo audaces que rompen con lo tradicional. Este fenómeno refleja una tendencia creciente hacia estilos más atrevidos y originales, donde los cortes de cabello juegan un papel clave en la expresión personal. Desde rapados laterales hasta flequillos dramáticos, las opciones son infinitas y cada vez más populares. En este escenario, hay un nuevo look que está revolucionando: el wolf cut.
Este corte de pelo combina el estilo desordenado del mullet con las capas voluminosas del shag. El wolf cut, que mezcla lo salvaje con lo desenfadado, se caracteriza por capas irregulares que crean movimiento y textura. Nació en Corea del Sur y ha ganado popularidad a nivel mundial gracias a su versatilidad y aspecto juvenil. Influencers y celebridades lo han adoptado, convirtiéndolo en una de las tendencias más buscadas en redes sociales y salones de belleza.
Este estilo se ha vuelto muy popular por su capacidad de transformar la apariencia del cabello sin perder su esencia natural. En concreto, el wolf cut destaca por sus capas desiguales y un degrafilado que cae hacia los extremos, evocando una melena salvaje. La parte frontal suele tener mechones más cortos que enmarcan el rostro, mientras que la parte trasera mantiene un aspecto largo y despeinado. Es un corte de pelo versátil que se adapta al estilo personal, ideal para quienes tienen cabello fino, ya que aporta movimiento y volumen.
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Asimismo, el wolf cut se puede ajustar con capas más largas o cortas, dependiendo del nivel de volumen deseado y es ideal tanto para melenas lisas como rizadas. En cabellos más cortos, el corte de pelo puede lucir más estructurado, mientras que en cabellos largos adquiere un aspecto más desordenado y fluido. También permite jugar con el flequillo, ya sea desfilado o más recto, adaptándose a la forma del rostro. En definitiva, ofrece una gran flexibilidad, permitiendo a cada persona personalizarlo según su estilo.