En el transcurso de sus impactantes 96 años de vida, Isabel II ha pasado por todo tipo de aventuras, momentos únicos y aventuras desconocidas. En ese sentido, una de las cosas más espeluznantes por las que pasó la antigua monarca británica fue el hecho de vivir, durante parte de su infancia, en una casa embrujada. Así es: nos referimos al castillo de Glamis.
Una construcción alucinante
Este castillo está ubicado en Angus, Escocia, y su construcción data del siglo XV. Su original estilo asimétrico lo ha convertido, más allá de las modificaciones que ha ido sufriendo, en una obra de magnitud para la arquitectura europea.
Historias atemorizantes
Tres son las historias terroríficas que ensombrecen al castillo de Glamis. La primera es la de Janet Doyglas, ‘la Dama Gris’, quien perdió su vida en la hoguera tras ser acusada de bruja… pero, se dice, su espíritu nunca se fue. La segunda es la de ‘el horror de Glamis’, la leyenda de un niño cuyas deformidades no dejaba persona sin aterrar. La tercera, mucho más reciente, es la terrible acusación que ha pesado sobre Simon Bowes-Lyon, el conde de Strathmore y Kinghorne. ¡Escalofriante!
Abierto al público
Pese a su reputación y las malas energías presentes en este sitio, lo cierto es que, en la actualidad, sigue abierto al público y, de hecho, recibe visitas de turistas con frecuencia. Por precios que van desde los 40 euros, es posible acceder a una locación de peso histórico.
Rodeado de bosques
Si hay algo que embellece a este castillo en el que supo vivir la reina Isabel II durante su niñez son los bosques que lo rodean. Una atmósfera vibrante y de vida… en un lugar oscuro que ha atemorizado a todos los que se han hecho presentes.
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