La reina Letizia ha vuelto a hacer gala de su elegancia en el viaje oficial de los reyes a Dinamarca. En esta ocasión, la esposa del rey Felipe VI ha vuelto a deslumbrar al mundo en la primera jornada del viaje oficial luciendo un vestido su ya conocida tiara, la cual se ha convertido en el foco de atención.
De las siete tiaras históricas de la Casa Real, la reina Letizia escogió la Tiara de Lis, una de las más importantes y simbólicas de la dinastía Borbón. Sin embargo, no solo este lujoso accesorio ha llamado la atención, sino también unos pendientes de diamantes y zafiros que la soberana estrenó para la ocasión.
La reina Margarita de Dinamarca, como excelente anfitriona, agasajó a los reyes con un banquete de Estado en el palacio de Christianborg, donde ambas delegaciones asistieron con sus mejores galas. Sin embargo, la atención se centró una vez más en Letizia, quien deslumbró con un vestido azul, detalles de cristales y una elegante silueta.
Letizia distingue a la tradición de la realeza
La tiara, un regalo de Alfonso XIII a su prometida en 1906, fue llevada de una manera innovadora, con una coleta y bucles. Además, se destacó una de las dos pulseras gemelas de diamantes de Cartier, parte de las "joyas de pasar" de la Reina Victoria Eugenia. La reina Letizia ha sabido lucir estas joyas con estilo en diversas ocasiones, haciendo honor a la tradición real.