En medio de una controversia desatada por las fotografías de Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca deambulando por las calles de Madrid, se ha tejido un manto de misterio que trasciende fronteras. La ex de Cayetano Martínez de Irujo ha desaparecido del escenario público, sumiendo a todos en la incertidumbre acerca de su paradero actual. Algunos indicios sugieren que ha abandonado su residencia en Madrid y podría haber encontrado refugio en el País Vasco, específicamente en el majestuoso Palacio de Arbaizenea, propiedad de su exmarido.
En este contexto de especulaciones, la posibilidad de que Genoveva haya buscado evadir el escrutinio mediático en el mencionado palacio cobra entidad. A pesar de su ausencia pública, Casanova ha terminado con el misterio al afirmar que su vínculo con el príncipe de Dinamarca es puramente amistoso. Recientes informaciones sugieren que, en momentos complicados, la expareja habría acordado regresar al Palacio de Arbaizenea, un refugio impregnado de historia y significado personal.
Es esencial recordar que, tras su separación, Genoveva Casanova y Cayetano Martínez de Irujo acordaron permitirle el acceso a ella a esta finca en San Sebastián. El Palacio de Arbaizenea, erigido en 1881 por orden del duque de Sotomayor, se erige como un santuario arquitectónico en medio de un parque natural de más de 15 hectáreas.
Este enclave, con su exuberante vegetación y senderos sinuosos, no solo es el escenario ideal para celebraciones majestuosas, sino también el refugio perfecto para escapar del tumulto mediático, algo que Genoveva Casanova podría haber buscado después de su polémica y un reciente revés de salud.