La publicación de unas fotos íntimas entre el rey emérito Juan Carlos I y la exvedette Bárbara Rey ha sacudido a España. Las imágenes, que muestran a la pareja besándose, fueron reveladas por la revista holandesa Privé, dándole una nueva dimensión a un romance extramatrimonial que ya había sido confirmado a través de documentales y las propias declaraciones de Bárbara Rey.
Las reacciones no han tardado en llegar. Por un lado, la Casa Real se ha mantenido al margen de la polémica, emitiendo una nota institucional poco después de la filtración y enfocando su comunicación en la visita del Rey Felipe VI a Figueres para conmemorar el 50 aniversario del Museo Dalí, sin hacer referencia directa a las imágenes. Esta postura ha sido interpretada como un intento de desviar la atención del escándalo, mientras el rey emérito sigue en Abu Dabi, lejos de la vida pública.
Bárbara Rey, quien fue informada en directo sobre la filtración durante el programa Espejo Público, reaccionó con evidente sorpresa y dolor. “Con esto se demuestra quién es mi hijo”, expresó, visiblemente afectada, refiriéndose a su hijo Ángel Cristo Jr., quien habría sido el responsable de facilitar las imágenes a la revista. Esta no es la primera vez que Ángel Cristo Jr. vende exclusivas que perjudican la imagen de su madre, lo que ha generado una fractura evidente en su relación familiar.
La hija de Bárbara, Sofía Cristo, no ha ocultado su indignación. También en Espejo Público, mostró su enfado y calificó la situación como "vergonzosa". "Estoy flipando, son unos sinvergüenzas", dijo, criticando duramente la acción de su hermano y el revuelo generado por las fotos. Las declaraciones de Sofía Cristo han sido un reflejo del impacto emocional que la filtración ha tenido en su entorno más cercano.
Este nuevo escándalo reaviva los problemas que han acompañado al rey Juan Carlos en los últimos años, marcados por diversas controversias que lo llevaron a su retiro en Abu Dabi y a su distanciamiento de la vida institucional en España.