En general, el rey Felipe VI y la reina Letizia se caracterizan, como su rol institucional lo demanda, por los buenos modos, la diplomacia y la cordialidad. Evento al que son invitados, evento al que, de una u otra manera, intentan asistir. Sin embargo, puede haber excepciones, tal como sucedió recientemente con la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo.
La multitudinaria boda de la aristócrata y el alcalde de Madrid no ha contado con la presencia de don Felipe y doña Letizia. Por los lazos familiares que unen a la novia con la realeza, los monarcas se han encargado de que haya presencia borbónica en el evento. Por eso, los reyes eméritos, las infantas Elena y Cristina, Froilán y Victoria Federica se han hecho presentes. Pero los reyes en persona, no. ¿Por qué sucedió?
El motivo que explica la ausencia de los monarcas es muy sencillo, y es que el Jefe de Estado contaba con un compromiso previo: el deber de hacerse presente en la final de la Copa del Rey. Por su parte, doña Letizia planearía acompañar a su esposo a la contienda que disputarán el Athletic Club de Bilbao y el Mallorca. Esa es, principalmente, la causa de su ausencia.
Otro asunto que podría haber incidido en la decisión del rey Felipe VI y la reina Letizia es que el novio de esta boda es una persona perteneciente al ámbito político, y, como es sabido, desde hace tiempo, los monarcas intentan posicionarse entre la lejanía y la equidistancia respecto de las cuestiones partidarias. Por estas razones, esta impresionante boda no pudo contar con dos de sus invitados más exclusivos. Aun así, se ha tratado de un evento de primer nivel.
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