El rey Carlos III atraviesa, sin lugar a dudas, una de las etapas más complicadas de toda su vida. Poco después de alcanzar el trono de la realeza británica, el monarca fue diagnosticado con una difícil enfermedad, lo que ha puesto en suspenso varios de sus planes y proyectos al frente del Palacio de Buckingham.
Sin embargo, el Jefe de Estado del Reino Unido quiere enseñarse activo y cercano a la ciudadanía, y es por eso que ha tomado una decisión de lo más importante. Entre julio y agosto, por primera vez, el icónico balcón del Palacio de Buckingham estará abierto al público. Se trata, sin dudas, de uno de los sitios más emblemáticos y fotografiados de la historia de la realeza europea, y ahora, por decisión del monarca, los ciudadanos podrán acercarse a conocerlo. ¡Sorprendente!
Pero eso no es todo. Además, el rey ha decidido abrir las puertas del Castillo de Balmoral, la residencia privada que la familia posee en Escocia. Se trata de otro sitio con un importante peso histórico y simbólico, por diversas razones, entre las que destaca el hecho de que allí se dio el impactante deceso de la reina Isabel. Entre julio y agosto se podrá conocer este increíble palacete, pagando una entrada de aproximadamente 120 libras por persona. ¡Nada mal!
De esta manera, con estos dos inesperados movimientos, el rey Carlos III busca dejarse ver activo y cada vez más cercano a la ciudadanía británica. Pese a su enfermedad, el monarca quiere seguir llevando las riendas del Palacio de Buckingham, e intenta movilizar sus proyectos más allá de las adversidades.
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