En las próximas horas, la reina Letizia y el rey Felipe VI emprenderán un viaje de casi 2000 kilómetros para visitar, en los Países Bajos, a los reyes Guillermo y Máxima. Será, sin dudas, una ocasión especial que promete dar que hablar. ¿Por qué? Pues porque entre los soberanos existe, desde hace tiempo, un excelente vínculo, pero la situación no es exactamente la misma entre las consortes…
Desde hace años, el vínculo entre doña Letizia y su par holandesa ha estado signado por los trascendidos y las especulaciones de que su vínculo no es el mejor. Pese al origen plebeyo de ambas monarcas, lo cierto es que la química no aparece entre ellas. Uno de los principales motivos de ese distanciamiento sería la amistad de la consorte de origen argentino con la infanta Cristina, la hermana de don Felipe, con quien la oriunda de Oviedo, como sabemos, tiene un lazo tenso. Por eso, esta ocasión tiene una importancia innegable.
Según ha trascendido, la agenda de los monarcas de cara a este viaje tiene varios momentos reservados para reuniones privadas en las cuales podría intentarse saldar las diferencias existentes entre las reinas. Habrá eventos públicos como una cena de gala, una ofrenda floral y actos vinculados a la salud mental y al arte, pero también se especula con que, cuando las cámaras no estén presentes, se pueda dar un diálogo franco y sincero que permita darle la vuelta a la página. ¿Lo lograrán?
De esta manera, el inminente viaje a los Países Bajos del rey Felipe VI y la reina Letizia podría ser fundamental para que la consorte alcance la reconciliación con Máxima de Holanda. En las próximas horas, se abre una oportunidad clave para las familias reales de España y Holanda.
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