En el transcurso de la historia, el Reino Unido ha sido, sin lugar a dudas, uno de los países que mayores ha hecho al campo de la numismática. Los coleccionistas lo saben a la perfección, pues de allí han venido piezas destacadas por sus diseños, con valor simbólico, escasas, o históricas. A continuación, una moneda que lo ejemplifica a la perfección.
La moneda británica de 1 centavo del año 1854 es una de esas joyas que, sin dudas, cualquiera quisiera tener en su colección. Con 33 milímetros de diámetro y 19 gramos de peso, esta pieza de cobre tiene un diseño sencillo pero bonito, aunque, ante todo, destaca por su valor histórico. ¿Por qué?
Esta moneda lleva en su anverso el rostro de la reina Victoria, quien supo llevar las riendas del Reino Unido por más de seis décadas. Siendo una personalidad protagónica entre los años 1837 y 1901, Alexandrina Victoria supo ganarse un sitio en la historia de su nación. Por eso, la pieza que lleva su rostro también es destacada.
En la actualidad, en caso de contar con las certificaciones correspondientes y con el estado de conservación recomendable, esta moneda británica tiene un valor de mercado que supera los 400 euros, según los sitios especializados. Sin lugar a dudas, tiene todo para ser considerada como una auténtica joya.
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