Este domingo, Taylor Swift protagonizó una noche digna de película en un Super Bowl que, sin dudas, quedará en la historia del deporte. Acompañada de su familia y amigas, la estrella del pop se regocijó durante el emocionante partido donde el equipo de su novio, Travis Kelce, logró una victoria épica que parecía imposible. Swift, conocida por su apoyo al equipo de su chico, vivió intensamente cada momento en el campo.
Taylor Swift no solo asistió al Super Bowl para respaldar a su pareja, sino que también se sumergió en la experiencia al máximo. La cantante, quien recientemente actuó en Japón, llegó al estadio justo al comienzo del partido, vestida de azabache y llevando un brillante collar personalizado con el número 87, que representa a Kelce.
Desde un exclusivo palco VIP, Swift animó incansablemente, compartiendo risas y emociones con la familia de Kelce, así como con famosas amigas, incluyendo a Lana del Rey y la rapera Ice Spice, junto con su buena amiga, la actriz Blake Lively.
La jornada alcanzó su máxima expresión cuando los Chiefs, el equipo de Travis Kelce, lograron una victoria ajustada en un giro inesperado. La emoción invadió el estadio, y Taylor Swift no pudo contener su alegría al abrazar a su novio en el campo de juego. La noche no terminó ahí, ya que la estrella pop se unió a la after party, cerrando con broche de oro una experiencia que bien podría formar parte de una comedia romántica de los 90.