La reciente expulsión de Vanessa de ‘Gran Hermano’ ha dejado una sensación de vacío en la casa, pero no solo por su salida, sino por la forma en que ha manejado su juego. A pesar de haber contado con un sólido apoyo del público en las primeras etapas del concurso, su comportamiento al que han catalogado de egoísta y controlador, especialmente hacia su marido Javier, ha erosionado la imagen positiva que tenía y ha llevado a que sea la última expulsada del programa.
Desde el comienzo, la vanidad de Vanessa la llevó a subestimar el apoyo que Javier podía recibir del público de ‘Gran Hermano’. Sin embargo, a medida que la gente comenzaba a preferir a su marido, su frustración creció de tal manera, que la llevó a tomar decisiones drásticas que no solo afectaron su permanencia en el programa, sino también la imagen que los espectadores tenían de ella.
De hecho, los comentarios en redes sociales tras su expulsión han sido contundentes. Muchos de sus antiguos defensores ahora han expresado su arrepentimiento por haberla apoyado, tachándola de manipuladora y “emocionalmente tiránica”. Esta transformación en la opinión del público ha sido un claro indicio de que la audiencia ha percibido la falta de empatía de la concursante de ‘Gran Hermano’ hacia su pareja.
Los seguidores del programa se han volcado en respaldar a Javier, quien, tras su salida forzada, se ha terminado ganando el cariño del público. Entretanto, la figura de Vanessa se ha desmoronado completamente. Incluso Jorge Javier Vásquez le ha manifestado a la concursante de ‘Gran Hermano’ que ella tiene una visión distorsionada de la realidad y que su vanidad es la que ha dejado afuera del concurso a su pareja.
Para no perderte ninguna novedad, sigue a Iberoshow en Google Noticias