La Infanta Cristina y sus hijos, Pablo y Miguel Urdangarin, se regocijaron juntos en un restaurante catalán de Barcelona, marcando un plan alternativo antes del Juramento de la Constitución por parte de la Princesa Leonor. La Infanta Cristina aprovechó los días previos al cumpleaños de la Princesa Leonor para estar con sus hijos en España.
Para finalizar el fin de semana de una manera especial, eligieron ver a su hijo mayor, de 10 años, compitiendo con su equipo en la Liga Plenitud Asobal. La Infanta Cristina se enseñó emocionada en el Palau d'Esports de Granollers, donde tuvo la oportunidad de conversar con la madre de Johanna Zott, la novia de Pablo.
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Después de este evento, la familia decidió ir a uno de los restaurantes más icónicos de Barcelona, La Balsa, un lugar rodeado de naturaleza que sirve exquisitos platos de la gastronomía catalana. Aunque es conocido por acoger a clientes de alto nivel adquisitivo e influencers, también es visitado por personas con conexiones reales. A pesar de su exclusividad, el restaurante no es inaccesible en cuanto a precio, con un costo de alrededor de 50 euros por persona.
La Infanta Cristina aprovechó al máximo este plan en compañía de sus hijos, Pablo y Miguel, quienes estaban acompañados por sus escoltas para garantizar su seguridad y privacidad. A pesar de la atención que atrajeron, la familia optó por mantener su visita discreta y no compartió detalles de su experiencia culinaria en las redes sociales. La carta del restaurante incluye platos como picaña madurada durante 90 días, una excelente tortilla de gamba roja y bacalao, y tartar de atún rojo con yema curada y tostadas, que reflejan la creatividad culinaria del lugar. La familia optó por este exclusivo plan juntos antes del Juramento de la Constitución por parte de la Princesa Leonor.