Como cada 8 de septiembre, la familia Mohedano ha participado de la procesión de la Virgen de Regla en Chipiona, una tradición que mantienen desde que Rocío Jurado estaba viva. Sin embargo, este año han contado con un acontecimiento que les ha sorprendido al recibir una inesperada humillación pública. ¿El motivo principal? La figura de Rocío Carrasco.
Por muchos años, Rocío Jurado se reunió junto al resto de su familia en el balcón de la casa de Mi abuela Rocío para ser espectadores de lujo del paso de la Virgen, la cual solía hacer una parada obligatoria frente a su domicilio. No obstante, parece ser que los conflictos del clan Mohedano destapados por Rocío Carrasco en la televisión no les han caído bien ni a la hermandad religiosa ni al municipio de Chipiona.
Es precisamente el municipio local el que se ha encargado de realizar la procesión de la Virgen de Regla de la que Rocío Jurado había sido una auténtica devota. Y, a pesar de que la tradición se ha mantenido incluso después del deceso de la cantante, este año han decidido esquivar —por primera vez en años— el balcón de la familia Mohedano.
Amador Mohedano, Rosa Benito, Gloria Mohedano y José Antonio Rodríguez esperaban el paso de la Virgen luego de dos años de parón debido al contexto sanitario. Claro está que este inesperado gesto no ha sido para nada de su agrado, ya que todo parece indicar que la cercanía de Rocío Carrasco con el ayuntamiento de Chipiona habría sido un factor determinante para este accionar.