Rocío Dúrcal y Antonio Junior Morales continúan siendo un ícono de la cultura española. Más de cincuenta años después de su inicio musical, aún se continúa hablando sobre su historia de amor. Tuvieron tres hijos y su matrimonio se mantuvo por 35 años. Se terminó cuando la cantante falleció en 2006 y para él fue muy difícil continuar con su vida. Sus hijos y él mismo hablaron sobre lo complicado que fue ese suceso.
Rocío y Junior se conocieron en 1965 en el rodaje de 'Más bonita que ninguna'. Ella era la protagonista y él hacía la banda de sonido con el grupo del que era parte, Los Brincos. Sin embargo, la artista comenzó a salir con Juan Pedro, otro miembro de la banda, y Junior con Marisol, una amiga de ella. “Yo empecé a salir con Juan, pero me gustaba Antonio. Lo hice para que se fijara en mí”, reconoció Dúrcal tiempo después.
Finalmente, sus parejas rompieron, por lo que Rocío y Junior empezaron su noviazgo. Se casaron en 1970 en el monasterio de El Escorial. Fue un increíble evento que contó con la presencia de reconocidas personalidades como Lola Flores, Carmen Sevilla y Celia Gámez. Siempre fueron accesibles con la prensa, amables con los periodistas, a quienes hacían protagonistas de sus momentos más importantes.
Meses después del matrimonio, Rocío Dúrcal y Antonio Junior Morales se convirtieron en padres de Carmen. Luego, tuvieron otros dos hijos: Antonio (1974) y Shaila (1979). Atravesaron una crisis de pareja cuando él viajó a Filipinas para continuar su carrera musical, mientras ella se quedaba en Madrid. “O vuelves a España o esto se acabó”, le reprendió la artista; él regresó, y fue la cantante quien continuó en la música.
En 2001, a Rocío Dúrcal le diagnosticaron un tumor en el útero. Para Junior su mundo se estaba terminando, pero se unieron como familia y la acompañaron hasta el último día. En 2006, la cantante falleció y su marido nunca pudo recuperarse de ese embate. En 2014, Morales la siguió y sus hijos contaron que, tras la pérdida de su madre, él no había podido salir adelante.