Jesulín de Ubrique reapareció en la plaza de toros en conmemoración al centenario del redondel de la localidad zaragozana de Maella. El marido de María José Campanario ha retomado la senda que lo apasiona tras haberse convertido en padre hace tan solo unas semanas atrás. A continuación te develamos cómo fue el evento que protagonizó el torero.
A sus 48 años, el regreso de Ubrique a la plaza de toros era un evento esperado. Tal fue la alegría de la audiencia al ver al diestro en el campo, que comenzaron a gritar de manera eufórica “torero”. Luego del nacimiento de Hugo, su cuarto hijo, se especuló con que llegaría próximamente su retiro, situación que no sucedió y lo ha dejado en claro.
Durante el ruedo, Ubrique terminó tajando dos orejas al primer toro de la tarde y al segundo dos orejas y su rabo. Este hecho lo coronó para salir por la puerta de los ganadores, pero prefirió hacerlo andando. Hacía tiempo que el diestro no pisaba el suelo de una plaza, pero ayer quedó claro que su energía aún sigue intacta.
Quienes asistieron a verle, gritaron en todo momento ante su presencia, al momento de despedirlo retornaron el grito de “torero”. Jesulín de Ubrique contó con la concurrencia de María José Campanario y de su hijo durante la destreza de una de sus pasiones más arraigadas. Al retirarse de la plaza, el diestro decidió ser escueto con la prensa: "Creo que mis años de gloria ya pasaron", comentó, en donde hizo foco en la importancia de dedicarse de lleno a su familia.