Hace unos días, el nombre de Julio Iglesias volvió a resonar en la prensa iberoamericana debido a que su supuesto hijo, Javier Sánchez, llevaría el caso de su paternidad no reconocida al Tribunal de Estrasburgo, organismo máximo de justicia europea. Desde Ibero Show nos preguntamos algunos de los hechos más oscuros e inéditos que ha atravesado el madrileño y de los cuales también estuvo cercano a tener que declarar frente a la justicia.
Corrían los años 80 's y la música de Iglesias ya sonaba en toda Europa y gran parte del continente americano. Por ese entonces, el público quedaba cautivado ante su carisma y galanura, tanto así que llegó a encandilar al sector más polémico de los Estados Unidos, la mafia italiana asentada allí. El madrileño tenía grandes amistades por todos lados y en Italia forjó un profundo vínculo con Tony Renis, el sujeto que lo acercó a los hombres más temidos de Nueva York.
Según relata Vanity Fair, en 1985, con el afán de Iglesias de conquistar Estados Unidos, su amigo lo invitó a cenar con dos antiguos capos de la mafia siciliana nacidos en aquel país. El encuentro resultó de maravilla, ya que si bien el madrileño sospechaba acerca de los señores, siempre primó la buena energía y el humor entre ambos. Tras una velada en Miami con la mejor pasta al estilo italoamericano y, luego de intentar hacer contactos con los casinos más importantes de Norteamérica, el cantante se retiró.
Meses más tarde, gracias a las noticias, Julio Iglesias llegó a enterarse que uno de aquellos sujetos con los que había cenado semanas atrás, era Paul Castellano y había perdido la vida en un acribillamiento en Nueva York por otro mafioso. En tanto, en 1993, John Gambino fue sentenciado en Estados Unidos por ser uno de los integrantes del clan siciliano, hecho que sorprendió al madrileño. La fama tiene alcances inesperados, situaciones confusas y hechos que quedarán grabados para el resto de la historia. Luego de años, se puede decir que el artista tuvo su lado polémico.