El chef Karlos Arguiñano suele dejar grandes momentos mientras lleva a cabo sus destrezas gastronómicas en televisión. Entre receta y receta, el cocinero suele hablar con los televidentes a modo de terapia y realiza todo tipo de confesiones. Una de sus últimas declaraciones fue un poco más subida de tono de lo habitual.
Karlos Arguiñano se encontraba realizando un plato originario de Tailandia en un programa en el que se dedicó de lleno a la gastronomía asiática. En un momento tomó un poco de jengibre para condimentar la comida y eso le hizo recordar una anécdota que contó a todos sus televidentes.
Karlos Arguiñano recordó un pasado viaje por Tailandia: “Tengo un bonito recuerdo de los caramelos de jengibre. Me acuerdo que hacía mucho calor, pero te servían sopa caliente. Te ponían una brasita encima de un cuenco de hierro y la sopa estaba hirviendo, muy curioso. Mucho calor sí, pero combaten el calor con picante y con más calor, muy curiosa la historia”.
Con el humor que lo caracteriza, Karlos Arguiñano confesó de aquella experiencia en Tailandia: “Allí hice un hijo yo”. El chef agregó: “Allí hice a mi hijo Charly. Me pareció un sitio bonito para hacer un hijo. No me ha salido con ojos achinados, pero muy parecido a su madre, con muy buen pelo y muy buen carácter”.