Sorpresivamente, Jaime Ostos dejó este mundo el pasado 8 de enero a los 90 años de edad como consecuencia de un infarto. Mari Ángeles Grajal se encontraba de vacaciones por Navidad en Bogotá, Colombia, acompañada de sus seres queridos cuando recibió la desgarradora noticia que cambió su vida para siempre.
Si bien Mari Ángeles ha tratado de seguir adelante con su vida después del fallecimiento del torero, hay una cosa que no le permitía soltar obligadamente su pasado y mirar al futuro con ojos nuevos: la casa que compartían. Es por esto que Grajar apareció ante las cámaras después de varios días de silencio para confirmar que finalmente tomó la decisión y pondrá a la venta la casa en la que vivía junto a Ostos.
La razón por la cual se deshace del inmueble es porque se le hace grande para ella sola, según declaró ante la prensa. Con tristeza y dolor, Mari Ángeles dejó en claro que la decisión ya fue tomada, a pesar de que le causa mucho malestar tener que vender el lugar en donde formó un hogar con el torero porque dentro de la misma, como ella dijo: “hay muchos recuerdos”.
Pero eso no fue todo, sino que Grajar se mostró molesta con los medios, los que aseguraron que la casa no estaba en buen estado. “La gente que ha puesto eso tiene muy mala idea. Yo sé que vende mucho más poner eso que poner que la casa es estupenda, pero me da igual”, afirmó la mujer, enfadada con la prensa.