Hay amor en Secret Story. Luego de la fiesta del viernes, donde se daban su primer beso a escondidas de los demás, Tom Brusse y Sara no pueden controlar lo que sienten el uno por el otro y la cosa recién comenzaba: En menos 48 horas, el concursante ha caído ante los encantos de la belleza canaria de Sara Cruz.
Los tortolitos aprovechan cada ocasión que pueden para demostrarse su amor. El francés y la canaria han planeado ir a cenar y a Tom se le ha ocurrido que pueden echar un vistazo a la despensa: toda una táctica para poder estar un momento a solas con su chica y besarla sin mediar palabra.
"No puedo fingir. No sé qué me pasa... No paro de sonreír” decía el empresario. “Contigo me olvido del mundo. No sé si eso es bueno o malo” confesaba. Sara, por su parte, se ha dejado llevar pero no sin mostrar cierta precaución: "No sé si creerte... Hay que hacerte un polígrafo", bromeaba.
Lo que sí ha quedado claro es la pena que le produce que Tom Brusse pueda abandonar la casa en el corto plazo: "Dijeron que los famosos se quedarían hasta el final, pero no sé yo", admitía Sara. Si este amorío es real no es seguro, pero lo cierto es que entre ellos hay fuego y pasión.