Desde que se conoció la trágica muerte de Verónica Forqué, hay un nombre que empezó a cobrar más y más presencia mediática. Si bien casi no dio exclusivas, todo el mundo quiso saberlo todo sobre la única heredera de la actriz: María Iborra. Se hace llamar "Virgen María" y se dedica a realizar performances para adultos.
Lo primero que se dijo de la hija de Verónica Forqué es que ella no tenía nada que ver con el mundillo artístico y que no seguiría con el linaje familiar. Era, en cierto punto, cierto: María Iborra se mostró muy reacia a los medios y jamás demostró interés en los formatos de cine y televisión convencional. Pero, al parecer, lo suyo es la performance.
Se tratan de intervenciones artísticas que, en el caso de María Iborra, están más vinculadas al "arte de la atracción" y a mostrar su porte. De hecho, parece que la hija de Forqué tiene éxito en lo suyo: pronto se presentará en una sala en México, donde habrá DJs y, según gente que ya asistió a su "muestra", se trata de "una obra de arte", dicho sin ningún tipo de ironía.
Parece que María Iborra está siendo sumamente rupturista y se presenta como una artista de avanzada con su show. No es burdo ni previsible: su performance hace un culto a la belleza, a los cuerpos y al arte de la atracción, pero desde un lugar artístico. En algún punto, María sigue los pasos de su madre, Verónica Forqué. Si bien jamás se dedicó a crear contenido para mayores de edad, Verónica sí fue considerada "de culto", como se observa en el recorrido incipiente de María Iborra, el cual ya cosecha las mejores críticas.