El deceso de Bernardo Pantoja marcó un antes y un después para Junco, su esposa de origen japonés, puesto que ahora tiene que lidiar con la familia de su difunto marido. Un clan con quien mantiene un tenso vínculo, ya que deberá defender —a como dé lugar— el beneficio de haber estado casada con el hermano de Isabel Pantoja. Sin embargo, el exmanager, tras cerrar sus ojos para siempre, dejó un sinfín de desacuerdos, cruces, acusaciones y hasta ofensas con las féminas de su círculo más cercano. Pero la viuda pateó el tablero, dijo basta y desplazó a los secuaces que quieren quedarse con lo que es suyo.
En este contexto, Junco dejó de lado el perfil reservado que supo mantener cuando el padre de Anabel Pantoja aún se hallaba con vida y residían lejos de las cámaras televisivas. Es por ello que eligió al medio ´La Razón´ para arremeter contra el entorno más próximo a Bernardo Pantoja. "Me encuentro muy mal y muy nerviosa. Imagínese la situación. Mi marido era muy bueno y cariñoso, y le echo de menos", comenzó diciendo visiblemente apenada y en plena elaboración del duelo.
Asimismo, la compañera de vida de más de una década de Bernardo Pantoja emitió un contundente descargo, lo que fue interpretado como un condenable gesto de censura. "Yo sigo viviendo en el piso y no sé qué va a pasar. Pero he recibido presiones para que no hable con los periodistas", sostuvo con valor. Quizás sea por este motivo que Junco no quiera recurrir a la prensa para contar toda su verdad, y no por una limitación en el lenguaje como se especulaba en un principio.
Vale recordar que la cónyuge de Bernardo Pantoja siempre intentó mantenerse al margen de los conflictos familiares, pero todo llegó a su límite cuando la cantante se entrometió en la organización del último adiós del féretro, dejando de lado su opinión. "Voy a intentar que la familia de Bernardo me dé mi lugar. No se han portado bien conmigo", son frases que la angustiada dama pronuncia con repetición, siendo una clara exclamación de piedad. "No me merezco esto que está pasando", sentenció.