No hay dudas de que Joan Manuel Serrat se ha convertido en uno de los músicos más introspectivos y sinceros a la hora de hablar sobre su vida a través de sus obras. En más de una ocasión, el cantante ha develado algunos de los episodios que más lo marcaron durante su infancia.
Serrat siempre ha aprovechado sus canciones para expresarse. En sus letras, el cantante ha develado su profunda añoranza por una infancia que lo ha marcado de por vida. En 'Mi niñez' —una de sus canciones más personales— el artista ha reflejado cómo vivió aquella época previa a su estrellato junto con una sorprendente confesión.
“Tenía diez años y un gato peludo, funámbulo y necio, que me esperaba en los alambres del patio a la vuelta del colegio“, comienza entonando Serrat. “Tenía una casa sombría que madre vistió de ternura, y una almohada que hablaba y sabía de mi ambición de ser cura. Tenía un canario amarillo que solo trinaba su pena oyendo algún viejo organillo o mi radio de galena“.
Lo cierto es que, durante todos estos años, ha pasado casi inadvertida esta "ambición de ser cura" que profesaba el cantante. Joan Manuel Serrat sabe que su pasado ha conformado la persona que es hoy en día: “Aquel que fui de alguna manera es el que soy”.