Desde hace ya un tiempo, Victoria Federica ha decidido participar del mundo de la farándula llevando a cabo su anhelo de ser una de las personalidades más reconocidas de los medios. Pero esto no solo por ser "la hija de", sino por sus labores en lo que respecta la creación de contenidos digitales, sumado a su intención de ser diseñadora de modas. Sin embargo, desde siempre, sus ambiciones no fueron bien vistas por su madre, la infanta Elena, quien quiere mantener un perfil más conservador de los pormenores de su familia, incluida su heredera. Estas contraposiciones de pensamientos le han generado diversas discordias que cada vez fueron elevando de tono hasta el punto tal que la nieta de doña Sofía armó sus maletas y pegó el portazo de su casa natal.
Arropándose en los brazos de Paz Padilla y su emérita abuela, Victoria Federica ha seguido firme con su convicción: aumentar su imagen pública incrementando seguidores y adeptos a su disruptivo estilo. Según se especula dentro de la farándula y en los entendidos de las principales tendencias de indumentaria a nivel mundial, la presencia de la integrante de la monarquía es sumamente codiciada por las marcas que se interesan en su personaje único y difícil de igualar. Tal es así que este año fue épico para la nieta de Juan Carlos I tras haber conseguido su primera contratación como modelo.
No obstante, todos estos logros de Victoria Federica fueron conseguidos por su insistencia en su carrera como Influencer, un mundo que le permitió ingresar a los lugares más recónditos interpelando de manera casi interpersonal a sus miles de fanáticos. Aunque la infanta Elena mira cada paso de su descendiente con recelo. En este contexto, según pudieron confirmar fuentes oficiales, la hermana del rey Felipe VI está muy enfadada con ella luego de asistir al evento propiciado por Anna Ferrer en la que sacó al mercado una nueva línea de alhajas.
Al parecer, el nuevo cambio de paradigma en el que las redes sociales son una ventana a la privacidad de los hogares y los pormenores de la vida cotidiana de cada sujeto. Por esto, Victoria Federica aprovecha encantada estas ventajas de la web 2.0 para ganar popularidad, mientras que la infanta Elena se horroriza cada vez que se entera las liadas de su hija; ya bastante ha tenido con todos los conflictos en el interior del clan real para que venga una chiquilla a seguir sumando más leña a la hoguera.