La vida de Rocío Flores ha dado un giro de 180° desde que decidió convertirse en un personaje público. La que fue la discreta hija de Rocío Carrasco saltó a la fama tras defender a su padre en 'Gran Hermano VIP' y, desde entonces, se ha convertido en una figura referencial de Mediaset.
Rocío Flores protagonizó uno de los cambios de imagen más icónicos de la televisión tras su participación en 'Supervivientes 2020'. La colaboradora adelgazó de manera abrupta y aprovechó su nuevo aspecto para motivar a sus seguidores. Sin embargo, su nueva figura y trabajos en los plató la han llevado a tomar una decisión importante.
Al trabajar dentro de la televisión, la apariencia es una de las cosas más importantes. La imagen de un presentador o colaborador debe ser pulcra, ajena a cualquier detalle permanente y que no sea visualmente estético. Es por eso que, al posicionarse en los plató, la hija de Antonio David Flores tuvo que decirle adiós a los tatuajes que la acompañaron desde su juventud.
Rocío Flores comenzó hace algún tiempo un tratamiento para borrar permanentemente los tatuajes que se realizó en sus años de rebeldía. La influencer compartió en sus redes sociales que la tarde de ayer había acudido a su cita para eliminar tres tinturas que aún se mantienen en su cuerpo. A pesar de que es una decisión tomada, la hija de Antonio David Flores se mostró nostálgica al despedirse de sus líneas que en algún momento pensó que serían para toda su vida.