Si bien Jorge Javier Vázquez está más que acostumbrado a las críticas, según él, posee una “coraza más que ajustada” a prueba de haters. En una reciente entrevista, el presentador ha conversado largo y tendido sobre su obra de teatro, Desmontando a Séneca, desvelando lo mucho que le ha costado llegar hasta donde está.
La obra está teniendo una gran acogida por parte de la audiencia y allí Jorge ofrece un discurso cargado de humor, donde invita a los espectadores a hacer una reflexión sobre la vida. Muchos pensarían que el humor y la filosofía es como mezclar agua con aceite, sin embargo, añadiendo a Jorge Javier Vázquez a la ecuación la mezcla funciona.
Todo esto sumado a su larga trayectoria televisiva, tiene como resultado el éxito total del presentador. Sin embargo, Jorge no se considera ningún erudito. "Lo que soy es inconformista con la realidad, aunque cada vez la aceptó más. Si esto no fuera así acabaría siendo una persona absolutamente infeliz".
El tiempo libre que le queda cuando no está en televisión, trata de vivir la vida sin pretensiones de "estrella" o "genio". Por lo tanto, el detrás de bambalinas es "el mismo" que la gente ve desde casa, "aunque quizás más pausado". En su hogar, le "gusta estar en silencio, en pijama, con mis perros y, a veces, viendo la televisión".