Hoy en día todo el mundo conoce a Rocío Carrasco. Sea por su docuserie, por todo lo que arrastra su historia o por los diversos programas y portales que la nombran, es imposible que pase desapercibida ante el gran público. Sin embargo, lo que pocas personas saben, o recuerdan, es cuál ha sido su primera aparición en televisión.
Corría el año 1993, más precisamente la gala de nochevieja de TVE. El dúo cómico Cruz y Raya presentaba la ceremonia, acompañados de una joven Rocío, que portaba un vestido negro muy elegante. Apenas apareció en escena, el público la ovacionó y ella respondió con una sonrisa, sin nervios, como si estuviese acostumbrada a estar frente a cámaras.
Lo llamativo, o lo más destacado de la noche, vino segundos después. Es que tras desear un "feliz 1994", que suena tan vintage que da miedo, la presentadora tuvo que hacer un sketch con los humoristas y abrir una botella de champán. El problema es que los nervios le jugaron una mala pasada y tuvo tanta mala suerte, que el corcho fue a dar directo al ojo de uno de los invitados. "No se preocupe, porque esta noche vamos a hacer todo lo que sea posible para que se le olvide el incidente" aseguró Carrasco avergonzada, antes de presentar el show de su madre.
Su primera vez en cámara
Dicha anécdota fue su primera labor paga en la televisión, pero no la primera vez que Rocío Carrasco salió en cámara. Ese momento ocurrió en 1978, con tan solo un año de edad, cuando Rocío Jurado y Pedro Carrasco, su madre y su padre, la presentaron al mundo. "No me gustaría que mi hija fuera artista" afirmaba por aquel entonces la cantante.
Aquellas palabras de Rocío Jurado han envejecido mal. Si bien es verdad que Rocío Carrasco no podría ser considerada una artista, más allá de algunos dotes como cantante, su vida sí se encuentra totalmente expuesta frente a las cámaras y se ha transformado en una de las personas más reconocidas de toda España.