Hacía meses que Mary Donaldson y Marie Cavallier no se encontraban cara a cara. Sin embargo, recientemente las royals danesas han hecho un armisticio a sus rivalidad por una buena causa: la celebración del aniversario número 50 de la llegada al trono de Margarita de Dinamarca.
Las expectativas por este momento eran muy altas, Margarita es la matriarca de un clan en el que las rivalidades son muy claras: la frialdad entre Mary Donaldson y Marie Cavallier es mutua y ambas representan la renovación de la imagen de los royals en el país nórdico. Para quienes no estén muy al tanto del chisme danes, se trata de la esposa de Federico, heredero al trono, y la de su hermano, el príncipe Joaquín.
A Mary y Marie las separa una grieta. Aunque ambas son plebeyas, la primera está pronta a convertirse en reina de Dinamarca, lo que añade cierta presión a su comportamiento público, pero a la vez posee el favor popular, ya que cuenta con una simpatía una cercanía a la gente que Marie, una estirada estudiante de un clásico internado suizo, no logra romper.
Sin embargo, se desconoce el origen de esta antipatía, aunque cabe destacar que Mary Donaldson está desde el 2 de octubre habilitada para ejercer funciones de jefa de Estado, lo cual no le haría mucha gracia a su cuñada. Otro detalle es el increíble parecido entre las royals: una gran influencia de Kate Middleton que al mismo tiempo posee similitudes estéticas en cuanto a vestuario e incluso make-up.
A raíz de esta rivalidad, un sinnúmero de teorías conspirativas han surgido al respecto. Incluso se llegó a especular sobre un supuesto enamoramiento de Joaquin con su cuñada Mary, que habría tenido como resultado su compromiso en 2004 con una mujer prácticamente igual. La tensión alcanzó un punto tal que, en 2019, el príncipe Joaquín, Maríe Cavallier y sus hijos se trasladaron a Francia, donde se encuentra la residencia de ella: algo que se suponía iba a ser momentáneo, pero terminó con Joaquin trabajando de forma permanente en la embajada danesa en París.