Uno podría pensar que, al tener millones de seguidores en Instagram y viendo que está tan de moda ser influencer, una figura como Dulceida está relajada y tranquila con su asegurado futuro en las redes. Lo cierto es que los nuevos formatos digitales son muy cambiantes y la joven no hace todas sus apuestas al internet que la vio crecer. Estos son sus negocios en paralelo.
Festivales, indumentaria y hasta una agencia de representación. Dulceida demostró ser más que una cara bonita y saber manejar, invertir y administrar sus empresas y emprendimientos personales. La influencer encontró la veta y sabe que el negocio no es trabajar para terceros, sino que forjar un imperio en torno a sí misma.
Estamos frente a una figura que despierta interés, haga lo que haga. Sus encuentros post ruptura con Alba Paul se roban titulares en la prensa, al igual que sus posados o las tendencias que populariza. Es por eso que, además de tener contratos con marcas, la influencer creó la suya: DulceidaShop. Pero Dulceida no se conformó con eso.
La modelo dio un paso más allá y se metió en un terreno que domina a la perfección. Es que su recorrido hacia la fama la llevó a conocer de qué se trata el ambiente del espectáculo y es por eso que abrió una agencia de representación, donde couchea a Trendy Taste, Anabel Pantoja y a la propia Melissa Pinto. Así es, Dulceida va más allá y se lanza como toda una empresaria.