El sábado 8 de enero, se hacía pública la triste noticia de que Jaime Ostos -todo un referente en el toreo durante las décadas del ’60 y del ’70- había fallecido a los 90 años a causa de un infarto. Fue Jacobo Ostos (38), tercer hijo del torero, quien confirmó la triste noticia durante la emisión de Viva la vida en una conversación telefónica, después de comunicarse con Makoke.
La muerte del astro se produjo en Colombia, cuando estaba a punto de coger un vuelo para volver a España luego de haber pasado unas mini vacaciones junto a Mariángeles Grajal, su esposa por los últimos 35 años. Grajal se encuentra destrozada, sin embargo, hay alguien más que llora en silencio el fallecimiento del diestro: Lita Trujillo (88).
Jaime conoció a la actriz en 1973, luego de que el rejoneador Ángel Peralta los presentara. Ostos venia de divorciarse de su primera esposa, María Consuelo Alcalá Rubio, mientras que Trujillo acababa de convertirse en viuda luego de que su marido Ramfis Trujillo falleciera en un accidente de auto. La atracción fue inmediata y no tardaron en comenzar un romance.
La relación entre el sevillano y la actriz se caracterizo por un amor apasionado, intenso, con altos y bajos, agridulce pero con la llama siempre encendida. "Lita fue el gran amor de Jaime Ostos" aseguró al medio Informalia un íntimo amigo del torero. Tan intenso era lo que sentían que, aún cuando el diestro se había casado en 1987 con Mariángeles Grajal, continuaron viéndose en secreto hasta 1993.
No obstante, Ostos jamás dejó de amarla. “Jaime la llamaba mucho, la seguía llamando. En marzo de 2020, pocos días antes de la pandemia, todavía llamaba a Lita para proponerle que se casaran en Israel. Le decía que era la única mujer a la que de verdad había amado, aunque estuviera todavía con Mariángeles Grajal. Lita era su obsesión, siempre lo fue y no le importaba repetirlo" concluye la fuente consultada.