Si bien Jaime Ostos tenía 90 años, nada en su estado de salud hacía pensar que su muerte sería inminente. Al contrario: el torero se encontraba de vacaciones en Colombia, junto a amigos y a su esposa, Mari Ángeles Grajal. Un infarto acabó con su vida, ante el asombro de todos sus acompañantes de viajes.
Quien está pasándola realmente mal con la muerte de Jaimes Ostos es Mari Ángeles Grajal, su viuda. Es la encargada de todos los trámites de defunción y quien llevará adelante el funeral, que se celebra recién el próximo 20 de enero, cuando sus cuatro hijos - Jacobo, Jaime, Gisela y Gabriela- le podrán dar el último adiós al torero.
Y es precisamente Maria Ángeles Grajar quien rompió el silencio y desveló cómo está sobrellevando estos difíciles días, tras la reciente muerte de Jaimes Ostos. "Es el viaje más duro de mi vida", relató la viuda, quien tiene que transportar el cuerpo de su esposo de Colombia a España e interrumpir drásticamente un viaje que tenía fines de disfrute. A todo esto, salieron a la luz polémicos dichos del torero, que empañan su recuerdo y enfurecen al círculo familiar.
."No tengo palabras. Estoy destrozada. Era mi vida", prosiguió la viuda de Jaime Ostos. "Eran unas navidades preciosas que celebramos en Cartagena, invitados por nuestros íntimos. Y Jaime, el más animado. Los amigos nos pedían que bailáramos sevillanas y si yo era un poco reticente", contó María Ángeles, enfatizando en que la noticia tomó a todo el mundo por sorpresa.